domingo, 20 de enero de 2013

Infeccion De Herpes

Infeccion De Herpes

 

 

El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2).


La infección por herpes genital es común en los Estados Unidos. A nivel nacional, el 16.2% de las personas(o aproximadamente una de cada seis) entre 14 y 49 años de edad tiene infección genital por el VHS-2. Durante la pasada década, el porcentaje de personas con la infección por el herpes genital se ha mantenido estable en los Estados Unidos.
La transmisión de un hombre infectado a su pareja femenina es más probable que la transmisión de una mujer infectada a su pareja masculina. Es por esto que la infección genital por el VHS-2 es más común en las mujeres (aproximadamente una de cada cinco mujeres entre 14 y 49 años de edad) que en los hombres (aproximadamente uno de cada nueve entre 14 y 49 años).


La mayoría de las personas infectadas por el VHS-1 o el VHS-2 no presentan síntomas o son tan leves que no los notan o los confunden con otra afección de la piel. Por lo tanto, la mayoría de personas infectadas por el VHS-2 no saben que tienen la infección. Cuando hay síntomas, usualmente se manifiestan con una o más ampollas en los genitales, el recto o la boca o a su alrededor. Las ampollas se abren y dejan llagas dolorosas que pueden tardar entre dos a cuatro semanas en curarse. A menudo, este síntoma se conoce como tener un "brote". La primera vez que una persona tenga un brote es posible que presente síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolores en el cuerpo e inflamación de glándulas.
Es común que los brotes se repitan, en especial durante el primer año de la infección. Los síntomas de los brotes siguientes por lo general duran menos tiempo y son menos graves que el primer brote. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.
Las personas contraen herpes al tener relaciones sexuales con alguien que tenga esta enfermedad. "Relaciones sexuales" quiere decir contacto anal, oral o vaginal. El VHS-1 y el VHS-2 pueden encontrarse y liberarse por las llagas causadas por los virus. Los virus también pueden ser liberados por la piel que no tenga llagas. Por lo general, una persona solo puede infectarse por el VHS-2 durante el contacto sexual con alguien que tenga una infección genital por el VHS-2. La transmisión puede ocurrir por una pareja sexual infectada que no tenga una llaga visible y que no sepa que está infectada.
El VHS-1 puede causar llagas en el área genital e infecciones de la boca y los labios, también llamadas “ampollas febriles”. La infección por el VHS-1 en los genitales es causada por contacto de la boca con los genitales o por contacto entre los genitales con una persona que tenga la infección por el VHS-1.
En muchos adultos el herpes genital puede causar llagas genitales dolorosas y puede ser grave en personas con sistemas inmunodeprimidos. Si una persona con herpes genital toca sus llagas o el líquido de estas, puede pasarse el herpes a otra parte del cuerpo. Esto es muy problemático si es una zona sensible como los ojos. Esto se puede evitar si no se tocan las llagas ni el líquido. Si se tocan las llagas, lavarse las manos de inmediato disminuye la probabilidad de transmisión a otra parte del cuerpo.
Algunas personas que contraen el herpes genital sienten preocupación sobre cómo afectará su salud general, su vida sexual y sus relaciones. Es aconsejable hablar con un proveedor de atención médica acerca de estas preocupaciones, pero también es importante reconocer que aunque el herpes no tenga cura es una afección controlable. Como el diagnóstico del herpes genital puede afectar las percepciones sobre las relaciones sexuales existentes o futuras, es importante saber cómo hablar con su pareja sexual sobre las enfermedades de transmisión sexual. A continuación podrá encontrar el siguiente recurso: Campaña GYT Aclaraci?n sobre los enlaces a sitios web externos
También las mujeres embarazadas y el bebé en gestación pueden sufrir posibles complicaciones. A continuación más información sobre "¿Cómo la infección por herpes afecta a una mujer embarazada y a su bebé?"
El herpes genital puede causar llagas o cortes en la piel o en las membranas mucosas (recubrimiento interno de la boca, la vagina y el recto). Las llagas genitales causadas por el herpes pueden sangrar fácilmente. Si una persona de la pareja está infectada por el VIH, aumenta el riesgo de transmisión de este virus cuando las llagas entran en contacto con la boca, la vagina o el recto durante las relaciones sexuales.

Es de crucial importancia que las mujeres embarazadas infectadas por el VHS-1 o el VHS-2 vayan a las consultas prenatales y le digan a su médico si alguna vez han tenido algún síntoma o han estado expuestas o se les ha diagnosticado herpes genital. Algunas veces la infección por herpes genital puede provocar abortos espontáneos o nacimientos prematuros. La infección por herpes puede transmitirse de madre a hijo causando una infección potencialmente mortal (herpes en el neonato). Es importante que las mujeres eviten contraer el herpes durante el embarazo.
A una mujer con herpes genital se le pueden dar medicamentos antivirales a partir de las 36 semanas de gestación hasta el parto para reducir su riesgo de presentar un brote. Llegado el momento del parto, a una mujer con herpes genital se le debe hacer un examen exhaustivo, Si los síntomas del herpes están presentes durante el parto, por lo general se realiza una cesárea.
Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar el herpes genital mediante un examen visual si el brote es típico. También pueden tomar una muestra de la llaga y hacerle una prueba. Algunas veces, las infecciones por el VHS se pueden diagnosticar entre brotes mediante un análisis de sangre. Las personas deben hablar con su proveedor de atención médica sobre las opciones de las pruebas de sangre.
No hay tratamiento que pueda curar el herpes. Sin embargo, los medicamentos antivirales pueden prevenir o acortar la duración de los brotes durante el tiempo que la persona tome los medicamentos. Además, la terapia inhibidora diaria (por ejemplo el uso diario de medicamentos antivirales) para el herpes puede reducir la probabildiad de transmisión a las parejas.
El uso adecuado y habitual de condones de látex puede reducir el riesgo de adquirir herpes genital, debido a que los condones de látex pueden cubrir o proteger los síntomas del herpes que ocurren en el área genital de los hombres y de las mujeres. Sin embargo, los brotes pueden ocurrir en áreas que el condón no puede cubrir.
La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es abstenerse del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales con sus parejas cuando tengan presentes lesiones u otros síntomas del herpes. Es importante saber que aunque la persona no tenga síntomas, todavía puede infectar a sus parejas sexuales. Se les debe indicar a las parejas sexuales de las personas infectadas que pueden contagiarse y que deben usar condones para reducir el riesgo. Las parejas sexuales pueden hacerse pruebas para determinar si están infectadas por el VHS.

VIH_Sida

VIH_Sida

El SIDA es una de las enfermedades más graves y mortales de la historia de la humanidad.
Un grupo de médicos identificó los primeros casos de SIDA en San Francisco y Nueva York hace más de 20 años. Se estima que actualmente existen 42 millones de personas en todo el mundo que conviven con el VIH o el SIDA y más de 3 millones mueren por año a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA.
El SIDA es provocado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH destruye una clase de células de defensa del cuerpo llamadas “linfocitos cooperadores CD4”. Estos linfocitos forman parte del sistema inmunológico del organismo, el sistema de defensa que combate las enfermedades infecciosas. Pero, a medida que el VIH destruye estos linfocitos, las personas infectadas con el virus comienzan a contraer infecciones graves que normalmente no se contagiarían; es decir, se vuelven inmunodeficientes. El nombre de esta afección es síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Al aprender más sobre el funcionamiento del VIH, la comunidad médica ha logrado desarrollar drogas para inhibirlo (o sea, interferir con su crecimiento). Estas drogas han tenido éxito para disminuir la velocidad del avance de la enfermedad y, actualmente, quienes tienen la enfermedad viven mucho más tiempo. De todos modos, el VIH y el SIDA aún no tienen cura.
Cada año, cientos de adolescentes estadounidenses contraen el VIH. El VIH también puede transmitirse de una persona infectada a otra persona a través de la sangre, el semen (el líquido que sale del pene cuando un hombre eyacula), los fluidos vaginales y la leche materna.
El virus se transmite a través de comportamientos de alto riesgo entre los que se incluyen los siguientes:
  • relaciones sexuales orales, vaginales o anales sin protección (“sin protección” significa sin utilizar un condón)
  • compartir agujas, como las que se utilizan para inyectarse drogas (incluidas las agujas utilizadas para la inyección de esteroides) y tatuarse.
Las personas que sufren de otra enfermedad de transmisión sexual, como la sífilis, el herpes genital, la clamidiasis, la gonorrea o la vaginitis bacteriana corren mayor riesgo de contraer el VIH durante las relaciones sexuales con parejas infectadas.
Si una mujer con VIH queda embarazada, el recién nacido puede contagiarse el virus antes del nacimiento, durante el parto o durante el amamantamiento. Si los médicos saben que la futura madre tiene VIH, usualmente pueden prevenir el contagio del virus de la madre al bebé. Todas las mujeres y adolescentes embarazadas deben someterse a pruebas de detección del VIH para comenzar el tratamiento, si fuera necesario.

¿De qué manera afecta al cuerpo el VIH?

Un cuerpo saludable cuenta con linfocitos cooperadores CD4 (células CD4). Estas células ayudan al sistema inmunológico a funcionar normalmente y a combatir ciertas clases de infecciones. Para ello, actúan como transmisores de mensajes a otras clases de células del sistema inmunológico y les indican que entren en actividad y combatan al germen invasor.
El VIH se une a las células CD4, las infecta y las utiliza para multiplicarse dentro de ellas. De esta manera, el virus destruye la capacidad de las células infectadas para cumplir su tarea en el sistema inmunológico. Por lo tanto, el cuerpo pierde la capacidad de combatir numerosas infecciones.
Dado que su sistema inmunológico está debilitado, las personas con SIDA son incapaces de combatir numerosas infecciones, en especial la tuberculosis y otras clases de infecciones que, de lo contrario, serían infrecuentes en los pulmones (como la neumonía por Pneumocystis carinii), en la superficie que recubre el cerebro (meningitis) o en el cerebro en sí (encefalitis). Las personas con SIDA tienden a enfermarse cada vez más, especialmente si no toman medicamentos antivirales correctamente.
El SIDA puede afectar todos los sistemas corporales. El defecto del sistema inmunológico provocado por la escasez de células CD4 también da lugar a algunas clases de cáncer cuya aparición es estimulada por la enfermedad viral: algunas personas con SIDA desarrollan diferentes linfomas y un tumor poco frecuente en los vasos sanguíneos de la piel, llamado sarcoma de Kaposi. El SIDA es mortal. Por lo tanto, es importante que los médicos detecten el VIH cuanto antes para que la persona pueda tomar el medicamento que retrasa la aparición del SIDA.

¿Cómo se da cuenta una persona de que padece VIH?

 

Una vez que la persona deja de contar con la cantidad de células CD4 necesarias para combatir las infecciones o manifiesta síntomas de enfermedades que se producen específicamente en quienes están infectados por el VIH, los médicos diagnostican el SIDA.
Los síntomas graves de la infección por VIH y SIDA podrían permanecer sin manifestarse durante 10 años. Y durante los años que anteceden a ese momento, es posible que la persona no tenga síntomas de SIDA. El tiempo que los síntomas del SIDA tardan en aparecer varía de persona en persona. Algunas personas pueden sentirse y lucir saludables durante años al tiempo que están infectados por el VIH. De todos modos, aun cuando la persona que tiene el virus de VIH no tenga ningún síntoma, puede contagiar el VIH a otras personas. Es imposible distinguir si una persona está infectada simplemente observándola.
Cuando el sistema inmunológico de una persona se ve excedido por el SIDA, los síntomas pueden incluir:
  • debilidad o cansancio extremo
  • pérdida rápida de peso
  • episodios frecuentes e inexplicables de fiebre, que duran semanas
  • transpiración abundante por la noche
  • inflamación de los ganglios linfáticos
  • infecciones menores que producen erupciones cutáneas y llagas en la boca, los genitales y el ano
  • manchas blancas en la boca o garganta
  • diarrea crónica
  • tos persistente
  • problemas para recordar
Las mujeres también pueden sufrir infecciones fúngicas graves en la vagina que no responden al tratamiento usual, así como la enfermedad inflamatoria pélvica (PID, por sus siglas en inglés).

¿Cómo se puede prevenir?

 

Uno de los motivos por los que el VIH es tan peligroso es que una persona puede tener el virus durante un largo tiempo sin siquiera saberlo. Esa persona puede contagiar el virus a otras mediante comportamientos de alto riesgo. La transmisión del VIH puede prevenirse de las siguientes maneras:
  • por la abstinencia sexual (no tener sexo oral, vaginal ni anal)
  • con la utilización de condones de látex siempre para cualquier clase de relación sexual
  • evitando el contacto con los fluidos corporales a través de los cuales se transmite el VIH
  • evitando compartir agujas en todo momento

¿Cómo se diagnostica y cómo se trata?

 

Si crees que puedes tener VIH o SIDA, o has tenido una pareja que podría tener VIH o SIDA, consulta al médico de la familia, a un especialista en adolescentes o a un ginecólogo. Estos profesionales conversarán contigo y te realizarán análisis. El médico podría hacerte un análisis de sangre o un hisopado de la parte interna de la mejilla. Según la clase de prueba realizada, los resultados pueden demorar entre unas horas y varios días.
También puedes realizarte análisis de detección de VIH/SIDA en clínicas especializadas en SIDA en todo el país. Las clínicas ofrecen pruebas tanto anónimas (es decir, la clínica no sabe el nombre de la persona) como confidenciales (se conoce el nombre de la persona pero se lo mantiene en privado). La mayoría de los centros de análisis de detección del SIDA te pedirán que recibas asesoramiento para conocer los resultados, ya sean positivos o negativos.
Si no sabes dónde puedes encontrar un médico o realizarte una prueba de detección de SIDA, puedes comunicarte con las líneas nacionales de asistencia telefónica sobre SIDA (National AIDS Hotlines) al (800) 342-AIDS (en inglés) o (800) 344-7432 (en español). Allí, un especialista te explicará lo que debes hacer a continuación.
No existe cura para el SIDA, por lo cual la prevención resulta sumamente importante. Las combinaciones de medicamentos antivirales y fármacos que estimulan el sistema inmunológico han permitido a muchas personas con VIH resistir las infecciones, mantenerse saludables y prolongar su vida, pero estos medicamentos no son una cura. En la actualidad, no existe ninguna vacuna para prevenir el VIH y el SIDA, aunque los investigadores están trabajando en su desarrollo.